Dulce y amargo como el café

Contadora de historias

Contar historias es como vivir muchas vidas diferentes. Me encanta la mía, pero inventar otras es un reto que no puedo ignorar.

Sobre mí

Cuando tenía 13 años vi Memorias de África. Mucho más que la trágica historia de amor, me dejó sin palabras la escena en la que Denys y el barón Bror Blixen miran embelesados a Karen mientras ella improvisa un cuento a la luz de unas velas, que se van consumiendo lentamente.

En ese momento recuerdo que pensé: “Yo quiero poder hacer eso”. Y ensayé…vaya sí ensayé, pero mis historias nunca me parecían lo bastante buenas.

Mucho tiempo ha pasado desde entonces, y yo sigo intentándolo. A menudo me doy cuenta de que me quedo observando a la gente y unos minutos son suficientes para que mi cerebro haga click y por mi mente desfile toda su vida.

Puedo inventar un historia con tan solo mirar una foto o a una persona aunque el resultado es más que probable que no se ajuste a la realidad.

En este blog os contaré todas esas historias que se me ocurren a menudo. Si quieres que invente una para ti, solo tienes que pedírmelo. Envíame una foto, la que quieras y con esa inspiración, la escribiré. La vida está llena de sabores, dime cuál quieres que sea el sabor de tu historia.

Dulce, amargo, salado, ácido, picante y umami

7 thoughts on “Dulce y amargo como el café

  1. Acabo de descubrirte en este maravilloso Blog, me encantan y disfruto cada una de tus historias.Espero las proximas con muchas ganas, eres la caña!!

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